Entonces, entendiendo este contexto, podemos definir la Inteligencia de Amenazas. Esta, es una parte muy importante de la ciberseguridad centrada principalmente en la identificación, recopilación, análisis y control de la información o datos relacionados con amenazas cibercriminales. Estos datos ordenados de manera correspondiente, útil y clara, permite mitigar, disminuir o neutralizar ciberamenazas, disminuyendo la posibilidad de más víctimas inocentes.
Es importante entender un detalle crucial: los datos sueltos no son CTI. Si tuviéramos que destacar una propiedad de esta disciplina, seria la palabra “análisis”.
La clave es analizar los datos de manera óptima. Por ello, la inteligencia de amenazas se ocupa de procesar la enorme cantidad de datos que reciben los profesionales de la seguridad. Cuando se detectan situaciones reales, con el determinado contexto especifico y la relación apropiada de múltiples elementos, es posible generar estrategias especificas como respuesta a ataques cibercriminales. Estas estrategias las puedes aprender si realizas un curso de ciberseguridad.
¿Para qué se usa la Inteligencia de Amenazas?
A estas alturas, es probable que hayas dilucidado la respuesta por ti mismo. De manera simple: sirve para aprender de errores ajenos de ciberataques como el Ransomware. Como la base de esta disciplina es aprender, recopilar y analizar datos para su posterior procesamiento e implementación, se puede aprender mucho del trabajo que otras empresas realizan. Entre ellos, permite:
- Proteger datos corporativos y/o personales: con mejores estrategias integrales de ciberseguridad, se pueden detectar ataques dirigidos a obtener información confidencial. Muchos de los ataques, obtienen los datos con fines extorsivos, de divulgación o de espionaje corporativo.
- Brinda orientación sobre estrategias a implementar: Imagínate poder estar un paso adelante de los atacantes. Poder “adivinar” cada uno de sus movimientos y estrategias. Claramente evitarías caer en ataques, disminuirías la perdida de recursos y protegerías tu información.
Una gestión correcta de CTI, permite entender como los cibercriminales buscaran atacarte y de esta manera, realizar las gestiones necesarias para detectar y reforzar las vulnerabilidades.
¿Deberías usar estos sistemas en tu empresa?
Principalmente, podríamos dividir la CTI en 4 grupos:
- Inteligencia estratégica de amenazas
- Inteligencia táctica de amenazas
- Inteligencia de amenazas operativas
- Inteligencia técnica de amenazas
Todas ellas trabajan bajo un ciclo secuencial operativo, que cumple básicamente la siguiente secuencia:
- Planificación y definición del objetivo
- Recolección de datos producidos
- Procesamiento de datos generados
- Análisis de datos obtenidos
- Difusión de resultados e implementación de estrategias
- Evaluación y adaptación basada en las estrategias
Entonces, claramente podemos decidir que utilizar estrategias y sistemas CTI permite que las empresas obtengan información crucial para proteger sus activos. De la misma manera, permite ver a la ciberseguridad como una disciplina transversal a todos los miembros y áreas de una organización. Esto refuerza los sistemas integrales, convirtiendo a cada persona de una empresa en un actor activo de la gestión de la seguridad.
Recuerda, prevenir y actuar de manera precavida, son las mejores herramientas para prevenir ataques. Pero, nunca está de más reforzar las medidas en lo posible, para mitigar la posibilidad de caer en uno.